En un lugar diferente, descontracturado y sin las condiciones técnicas del teatro
Las obras de teatro callejero generalmente son diferentes a las que se exponen en los teatros, siendo casi siempre creaciones grupales donde se aprovecha el contexto en que se desarrollan, e incluso algunas hacen participar a parte del público.
Los actores que participan no son principiantes sino que son profesionales que optan por este tipo de obras por compartir ideologicamente lo que se transmite con estas actuaciones populares.
La mayoría de las obras tienen un trasfondo y un contenido social, donde se promueve la lucha y el cambio social, el animarse a romper con las estructuras establecidas y los límites (en sus inicios fueron sus pilares).
Los inicios se remontan a Grecia en el siglo V, donde los viajeros llegaban a la ciudad y comenzaban a contar sus historias transcurridas durante los viajes, compartiendo las aventuras con la gente que se acercaba a escuchar.
Varios siglos más tarde se siguió con la costumbre callejera con la llegada de compañías de circo, trovadores y músicos que optaban por actuar en las plazas y calles de las ciudades.
Uno de los beneficios que tiene el teatro callejero es que cualquiera puede acceder a presenciar estas “performaces”, logrando diversificar el público y que personas que nunca concurren al teatro puedan disfrutar de ellas sin tener que pagar una entrada, que en ocasiones no lo pueden hacer.
No existe un estilo definido ya que cualquier expresión teatral puede ser trasladada a la calle, desde teatro infantil, clásico, danza, opera, etc.